Adapted by CLUE from the Sanctuary Movement (Rev. Alison Harrington) for use in the context of Southern California
As people of faith and people of conscience, we pledge to resist the President-elect’s policy proposals to harass and deport millions of undocumented immigrants and discriminate against AMEMSA (Arab/Middle Eastern/Muslim/South Asian) communities. We will embody faithful resistance in the public square and open our congregations and communities to provide sanctuary for anyone targeted by state-sanctioned scapegoating, working as a matter of faith to ensure the dignity and human rights of all people.
Calling upon the ancient traditions of our faiths, which recognized houses of worship as a refuge for the runaway slave, the conscientious objector, and the Central American refugee fleeing the civil wars of the 1980s, Sanctuary is once again growing among communities of faith that are standing in solidarity with Central American immigrants, AMEMSA and other communities facing immoral and unjust deportation and discrimination policies.
We find ourselves entering a new phase of U.S. history wherein the politics of fear has stoked an atmosphere of racism and xenophobia across the country. The new Administration has pledged to criminalize, detain and deport undocumented people at new levels that will tear families and communities apart.
We pledge to take civil initiative out of our moral obligation to embody principles of human rights and dignity, and to oppose any harmful, unjust policies that undermine due process and injure communities within our neighborhoods.
By signing this pledge, we are dedicating ourselves to educate and activate our congregations, to amplify and respond to the voices of immigrant and AMEMSA leaders, and to speak out against the discrimination of all marginalized people. We are ready to open the doors of our sacred spaces and accompany those facing deportation and discrimination.
We support those willing to provide sanctuary not only in houses of worship, but also at schools, hospitals, college campuses, community centers and family homes. We will work with partner organizations to create sanctuary wherever it is needed.
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Un compromiso de sagrada resistencia y santuario
frente a las deportaciones masivas y la discriminación
Adaptado por CLUE del Movimiento de Santuario (Rev. Alison Harrington) por el uso en el contexto del Sur de California
Como personas de fe y gente de conciencia, hacemos el compromiso de resistir las propuestas políticas por el presidente-electo a deportar a millones de inmigrantes indocumentados y a discriminar en contra de las comunidades AMEMSA (árabe/del medio este/musulmán/del sur de asia). Hacemos el compromiso de demostrar una resistencia espiritual en público y abrir las puertas de nuestras congregaciones y comunidades a ofrecer el santuario a cualquier persona que sea el objetivo y cabeza de turco por el estado, y asegurar que se respete la dignidad y los derechos humanos.
Recordamos las tradiciones antiguas de nuestras religiones, los cuáles han reconocido casas de alabanza como refugio para el esclavo fugitivo, el objetor concientífico, y el refugiado centroamericano huyendo de las guerras civiles de los años ochenta. El movimiento santuario está creciendo entre las comunidades de fe, quienes demuestran solidaridad con los inmigrantes centroamericanos, los de la comunidad AMEMSA y otras comunidades amenazadas.
En el contexto de esta nueva época de la historia de los estados unidos, en lo cual la política del miedo ha creado un ambiente de racismo y xenofobia en todo el país. La nueva administración hizo el compromiso a criminalizar, a arrestar y a deportar a personas indocumentadas a niveles que va a separara familias y comunidades.
Nosotros hacemos el compromiso de tomar la iniciativa civil desde nuestra obligación moral a vivir los principios de los derechos humanos y la dignidad, y a luchar en contra de cualquier política injusta que amenaza un debido proceso legal o hace daño a nuestras comunidades y vecindades.
Por firmar esta carta de compromiso, nos dedicamos a educarnos y a activar a nuestras congregaciones, amplificar y a responder a las voces de los inmigrantes y miembros de la comunidad AMEMSA, y a luchar en contra de cualquier hecho de discriminación en contra de los grupos que están en las márgenes de la sociedad. Estamos listos para abrir nuestros espacios sagrados y acompañar a los que enfrentan la deportación y la discriminación.
Apoyamos a los que están listos a ofrecer el santuario no solo en sus casas de alabanza, sino también en las escuelas, en los hospitales, en las universidades, en los centros comunitarios y aun en las casas familiares. Trabajaremos juntos con las organizaciones de la comunidad para crear el santuario donde sea que se necesita.